domingo, 15 de junio de 2014

15 consejos para elegir tu vestido de novia

Elegir tu vestido de novia es uno de los momentos más emocionantes cuando estás preparando tu boda. ¡Pero si quieres recordarlo como una experiencia única e inolvidable tienes que estar preparada para todo lo que implica, así que no te pierdas estos consejos que deberías saber antes de probarte el vestido de tus sueños!
Lo primero que me gustaría decir es que desde el principio yo sabía que quería un vestido hecho, un vestido que me pudiera probar y saber más o menos cómo me podía quedar.  Aunque si hay que ser sincera... no desde el principio. Hay diseñadoras que me tienen robado el corazón con vestidos espectaculares (como Isabel Nuñez, Helena Mareque, Basaldúa, Navascués...) y después de marcar decenas de modelos en el montón de revistas nupciales que en los últimos meses se han convertido en mi bien más preciado he de reconocer que... ¡en algún momento caí en la tentación de hasta hacer bocetos de mi propio vestido! Frente al común de las novias novatas, que lo único que suelen saber es que su vestido será blanco, con cola y si quieren o no velo, yo sabía los patrones y texturas que quería... o eso creía. Porque mis bocetos, que nunca vieron la luz y que modifiqué no sé cuántas veces, terminaron siendo un collage lleno de  imágenes de un montón de vestidos, tejidos, detalles... ¿Recordáis el juego "diseña tu moda" donde con unas plantillas en forma de ruleta ibas confeccionando el modelo y luego pasabas un carboncillo para añadir el estampado? Pues a jugar que me puse yo y creedme, NO FUNCIONA, a no ser que tengas muy muy claro que hay un vestido que te requetechifla y quieres algo así con pequeñas modificaciones.
Y aquí vienen mis primeros consejos:
1. TÚ NO ERES DISEÑADORA, así que no pretendas coger lápiz y papel y que por iluminación divina termines con el vestido de tu vida frente a ti. Si quieres un diseño más personalizado inspírate en imágenes para pensar en la linea de tu modelo y visita a alguna de las diseñadoras que te he recomendado porque su trabajo es increíble.
 Pero por favor, no intentes hacer un DIY con tu vestido de novia o acudir a la modista de toda la vida para que te lo haga porque "ella me conoce desde pequeña y sabe lo que me queda bien. Amiga, tu cadera, cintura y pecho han cambiado desde que te hacía aquellos vestidos tan monos para el verano. Busca opciones profesionales, pero teniendo muy presente que...
2. NO EXISTE EL VESTIDO PERFECTO. Este fue el error en el que caí yo. Chicas: querer hacer un remix del "me gusta el estilo princesa, pero también los vestidos minimalistas con manga francesa y espalda en seda de tul; los apliques en pedrería y los hombros al descubierto, pero también las transparencias con botones a la espalda; la caída recta pero también un poco de cola..." no es posible a no ser que te quieras casar con un vestido versión Lady Gaga. 
No existe el vestido que tiene todo lo que a ti te gusta, pero sí el que te sienta genial y es tu estilo... dentro del estilo nupcial porque...
3. ERES LA NOVIA Y VAS DE BODA, NO NICOLE KIDMAN EN LA ALFOMBRA ROJA. Verse vestida de novia por primera vez impresiona, y mucho. Y también emociona, y mucho. Con el primer vestido que me probé me entró hasta la risa floja. Así que en ese cúmulo de locura mental intenta mantenerte cuerda y centrar el objetivo: es una boda, y por muy fantásticas que sean las colas, los vestidos joya, las espaldas de infarto, los escotes hollywoodienses tienes que complir un protocolo.
Después de decidir que me probaría algo con lo que me pudiera dar una idea de cómo me quedaba en la primera visita concerté citas con Pronovias y Rosa Clará. Siguientes consejos si optas por esta vía:
4. EMPIEZA A MIRAR CON TIEMPO, POR LO MENOS 8-7 MESES ANTES DE LA BODA. Nunca sabes cómo va a ser tu búsqueda: igual eres rápida de las mías que te cuesta un mundo encontrarlo. 
Por eso es importante hacerlo con calma, porque incluso en algunas firmas establecen un número concreto de modelos que pueden hacer para un diseño concreto (para evitar que media España se case con el mismo vestido). Así que no te duermas en los laureles y planifícate sin olvidarte de ...
5. ANTES DE TU CITA, ELIGE AQUELLOS MODELOS QUE TE GUSTAN. Si no te puedes volver loca de remate entre decenas de vestidos colgados que en su percha parecen todos iguales. 
Si ves las fotos en sus webs te harás una idea de cómo son los modelos, irás a la cita con una preselección y podrás tener la situación todo lo controlado que se puede tener cuando eres novia novata. Con todo, es muy importante que recuerdes que...
6. TÚ NO ERES LA MODELO DE LA FOTO. Por mucho que nos duela, chicas: los vestidos no nos quedan igual que a la fabulosa modelo del catálogo. Ellas son estupendas y los retoques de luz, maquillaje y el bendito photosop hacen milagros. Por eso, por mucho que te guste un vestido sé sincera contigo misma y aunque le hayas puesto 10 estrellas a la foto del vestido si cuando te lo pruebas no funciona no te empeñes, ese vestido no era para ti. 
Déjate de frases nostálgicas tipo "es que era tan bonito..." y sigue hacia delante. Sácalo del probados cuanto antes y haz formateo en tu cabeza. A mí me sucedió y al principio te quedas con una sensación de frustración, pero luego te aseguro que respiras al pensar que lo descartaste. El día que vas a probarte vestidos tienes que estar despejada y tener en cuenta el siguiente lema...
7. DÉJATE ASESORAR, PERO NO MANIPULAR. Tú eres quien mejor te conoces a ti misma y sabes lo que te queda bien y lo que no, sabes de dónde te sobra y de dónde te falta mejor que nadie y cómo sacar provecho a tus defectos y virtudes. Pisa fuerte el día que vayas a probarte vestidos y piensa en tu personalidad, porque si no puedes terminar probándote auténticos modelitos de infarto... pero de muerte. 
Esto no quiere decir que te dejes ayudar dentro de la línea que te gusta, puede que las asesoras te sorprendan con algunos detalles que no habías pensado, pero dentro de lo que te sienta bien y tú quieres. Por eso...
8. SI ALGO TE GUSTA, TE GUSTA.
9. NADA DE COMPROMISOS.
10. SÓLO ACOMPAÑADA POR LOS MÁS CERCANOS.
11. LA DECISIÓN FINAL ES TUYA.
Aquí he unido estos 4 consejos porque van muy de la mano. Si no te quieres ver en situaciones traumáticas y llevándote a casa un vestido que no gusta o no era tu favorito ten muy en cuenta que eres tú la que te casas y la que debes elegir cómo lo haces. Nada de séquitos de amigas, cuñadas, primas, familias políticas, vecinas del quinto. Suficientemente lioso es escoger rodeada de cientos de capas de tela blanca como para que encima conviertas la elección de tu vestido en un referendum. Mi experiencia personal es que te lleves a tu padre y a tu madre, si tienes una hermana o UNA amiga muy muy cercana se admite unirse al club, pero NADA MÁS. 
Y no te dejes influenciar por su predilecciones y te quedes con algo que no te convence por no herir sus sentimientos. Yo llegó un momento donde creía que a mi padre le gustaba más uno y a mi madre otro y y casi sentí como si tuviera que elegir a quién le daba la custodia. Es más fácil que todo eso: mírate al espejo y con el que mejor te veas, olvídate de pensar. Tus padres te van a seguir queriendo, prometido... ;) Yo y los míos sobrevivimos a la experiencia.
Y si tienes dudas...
12. NO DECIDAS NADA HASTA QUE LO TENGAS CLARO, NO TE SIENTAS PRESIONADA. Después de probarme unos 12 vestidos en Pronovias me marché de allí sin la sensación de que ninguno fuera el mío. Y aunque a través del catálogo on line los de Rosa Clará me encajaban menos la verdad es que la diferencia es grandísima: en que te pones el primer vestido notas que las caídas, las telas, el patronaje... es mucho más cuidado. Así que aunque no sabía cuál era mi vestido lo que sí sabía es que ya no quería los de Pronovias. Ese mismo día me fui a mi casa con 3 vestidos finalistas totalmente diferentes entre sí y en un par de semanas volví para elegir el definitivo y .... no fui capaz. Después de descartar uno de ellos entré en barrena con los otros 2 y me subieron unos calores con el agobio que ni las chapetas de Heidi. Allí estaba yo, vestida de novia con velo y todo sentada sobre el pedestal, viva imagen de la indecisión. Finalmente, me tuve que ir a casa sin decidir. 2 horas después ya sabía el que quería y no entendía cómo podía haberme planteado el otro vestido. Pero ESTAS COSAS PASAN. 
Te pruebas muchas cosas que te gustan y al final te confundes entre tules, encajes y pedrerías varias. ¿Lo que hizo decidir entre uno y otro? Sentir que...
13. EL VESTIDO QUE ELIGES YA NO TE LO QUIERES QUITAR Y TE PARECE EL MÁS BONITO DEL MUNDO. He de reconocer que cuando lo elegí esperaba sentirme más eufórica, una explosión de no sé qué, que mis padres lloraran, que un foco de luz me iluminara... Y me sentí rara cuando nada de esto pasó. Quiero decir: todos estábamos súper felices, pero creía que cuando te lo pones y decías "este es el mío" pues entra un algo, no sé. Creo que vi demasiados programas de Divinity... Lo que sí sabes cuando lo eliges es que te lo dejarías puesto hasta para hacer la compra en Mercadona y te da penita que te lo quiten. Así que si sientes eso... ¡Felicidades amiga! ¡Has encontrado el tuyo como lo hice yo!
Y los último y muy importantes, aunque os parezcan superficiales:
14. ARRÉGLATE UN POQUITO PARA IR A LA PRUEBA. Yo me probé los vestidos a finales de febrero, más blanca que copito de nieve. Y no es la mejor época para ponerte un vestido blanco. Por eso, un poquito de maquillaje (sin pasarse para no manchar los vestidos!) y el pelito bien puesto hacen mucho...
15- LLÉVATE ROPA INTERIOR ADECUADA. Esto nadie lo dice y quiero ser solidaria con las futuras novias. Imprescindible llegar sujetador blanco sin tirantes (por si te pruebas vestidos palabra de honor o con transparencias) y una parte de abajo que cubra. En los probadores te suben a un pedestal central rodeado de espejos donde te prueban los vestidos. Y aunque quienes te rodean son todos de confianza la imagen puede resultar un poco inquietante...

¡Sigue todos estos consejos, guíate por tu instinto nupcial y elige tu vestido!